Hipocondría en el Bus —¡Buenos días, estimados pasajeros! Deseo que tengan todos ustedes un buen viaje. El señor, que parece trabajar para el bus, se dirige al improvisado público con una voz tan potente que despierta a los más adormecidos.
Los Sacaojos Corriendo regresa Centeno desde el interior de la selva con un cuerpo entre los brazos. Es el cuerpo sin vida de un niño, un niño sin ojos.